Hola, somos Alejandra Bonet y Jessica García de 1º filología alemana y hemos creado este blog para la asignatura de lingüística.
Tratará sobre la comunicación de los humanos y animales y con esto pretendemos dar a conocer distintos aspectos de la comunicación y el lenguaje de ambos.
Antes de empezar con la comunicación humana y animal, debemos conocer dos conceptos básicos ya
que este campo es bastante amplio.
El lenguaje es el sistema a través del cual el hombre o los
animales comunican sus ideas y sentimientos, ya sea a través del habla, la
escritura u otros signos convencionales.
La comunicación es un proceso de intercambio de información,
en el que un emisor transmite a un receptor algo a través de un canal esperando
que, posteriormente, se produzca una respuesta de dicho receptor, en un
contexto determinado.
Del lenguaje nos valemos para explicarnos y por tanto para poder comunicarnos con otras personas y/o especies.
Como bien sabemos, somos la única especie que puede
gestionar palabras pero ¿cómo surgió esa capacidad?, ¿por qué nosotros?.
Existen unas teorías que intentan explicar este fenómeno, ¿cuáles son estas teorías?.
Tenemos dos teorías diferentes sobre de donde procede el lenguaje, las dividimos en:
-Teoría de la onomatopeya: nos habla de un lenguaje surgido
de la imitación de los diferentes sonidos de la naturaleza. A pesar de que se establece
como la teoría más generalizada: no nos resuelve el misterio de cómo llegaron a
entenderse y comunicarse los hombres entre sí.
-Teoría de las expresiones afectivas: nos dice que el
lenguaje no surgió como imitación de los sonidos de la naturaleza, sino de las
sensaciones del hombre producidas por su contacto con el mundo (asombro, dolor,
alegría...) cargado de exclamaciones emocionales.
Pero pasa lo mismo que la teoría anterior, no explica cómo
de esa naturaleza animalesca con que se presenta al hombre pudo crearse una
relación de ideas.
En conclusión ninguna de las dos teorías puede identificar como el ser humano consiguió llegar a comunicarse con otros de su misma especie.
Sabemos que tanto los humanos como los animales tenemos un complejo sistema de comunicación. De hecho cada una de estas comunicaciones tiene unos tipos bastante curiosos e interesantes que veremos a continuación:
La comunicación animal:
-Química: se produce cuando los animales secretan sustancias
químicas como cuando marcan su territorio, cuando buscan pareja esparciendo sus
feromonas para la reproducción sexual o para alejar a los depredadores.
-Kinésica y proxémica: se trata de una comunicación por
medio de movimientos, la mayoría de las veces es para expresar sentimientos y
emociones.
-Auditiva: usan los órganos vocales para comunicarse entre
ellos.
-Eléctrica: este tipo de comunicación se produce al liberar pulsos
eléctricos o electromagnéticos como por ejemplo para identificar a sus presas.
La comunicación humana:
-La comunicación verbal: se refiere al uso del lenguaje que usamos al
hablar, escribir y las señas de mano.
-La comunicación no verbal: se realiza a través de signos de gran variedad
como imágenes, sonidos, gestos…
Dentro de la comunicación no verbal podemos encontrar dos
tipos:
El lenguaje corporal: son nuestros estos, movimientos, tono de
voz e incluso nuestro olor corporal forma parte de los mensajes cuando nos
comunicamos con los demás.
El lenguaje icónico: se representa mediante las imagines, los
colores, las formas, las texturas...
Cada uno tanto el animal como el ser humano, tiene su propia comunicación y lenguaje pero el fin de su uso
es el mismo, esa es la semejanza, que ambos lo utilizamos para expresar tanto emociones como sentimientos.
En cuanto a las diferencias podemos decir que la lengua
animal esta ligada a una situación concreta; expresa un estado o sentimiento y sirve
para la continuidad de la especie y su conservación, es decir, se mantiene invariable. Por el contrario la lengua humana no se reduce a una situación concreta (puede ser presente,
pasado o futuro) cuestión del tiempo en el que se esté hablando. El ser humano utiliza la lengua con objetivos sociales y estéticos como por
ejemplo la literatura; sufre cambios y se usan signos de forma consciente.
Ejemplo de esta discrepancia lingüística es la manera en que los humanos se comunican cuando se encuentran en una situación de peligro, la cual abarca desde señales instintivas hasta señales inventivas racionalmente. En cambio los animales simplemente pudieran implicar solo señales instintivas.
La divergencia fundamental es que los humanos usamos la
doble articulación del lenguaje para comunicarnos, mientras que los animales
actúan por instinto, es decir, ellos no pueden sintetizar y utilizar el
lenguaje como nosotros.
Todo esto nos lleva a la pregunta de ¿porqué los humanos somos capaces de articular palabras?
Los humanos tenemos un pequeño hueso móvil, impar y
simétrico llamado ‘hueso hioides’ que está situado en la parte anterior del cuello
debajo de la lengua y tiene forma de U. Es el único hueso del cuerpo que no
está conectado a otro y aparte de proteger a la laringe y a la faringe, es el
responsable del lenguaje hablado.
Existen animales que tienen una versión de
este hueso pero solo nosotros lo tenemos ubicado en la posición ideal para que
pueda trabajar con la laringe y la lengua y así nos permitimos ser los únicos
animales habladores con vida. Además nuestra laringe está situada más abajo que
la de ningún otro animal por lo que podemos producir sonidos muy complejos y difíciles.
Como hemos visto, existen diferencias entre ambas
comunicaciones siendo la principal y más significativa el saber articular
palabras pero, también existen animales que son capaces de ‘hablar’ como por ejemplo los loros... sin duda nos preguntamos: ¿cómo es esto posible?.
Pues bien, estos animales lo que hacen es emitir e imitar sonidos.
Hay que tener en cuenta que los loros ni hablan ni tienen capacidad de mantener
una conversación tal y como lo entendemos los humanos. En realidad lo que hacen
es repetir aquellos sonidos que escuchan, es decir, imitan los sonidos de
nuestras palabras con mucha precisión y son capaces de reproducirlos gracias a
un órgano vocal situado en la base de la tráquea llamado siringe y su lengua les
permite provocar vibraciones en las paredes de la siringe.
Os dejamos un par de vídeos de cómo un loro puede imitar sonidos sin problema y de manera muy graciosa:
Lo que dejamos en el anterior artículo publicado y los vídeos que os hemos enseñado, también ocurre con los perros.
Seguro que la persona que tiene uno sabe de lo que estamos hablando... Cuando
pronuncias su nombre te miran y cuando le hablas, ellos parece que te
entienden, como cuando le dices 'vamos a la calle' o 'dame la patita' o incluso
cuando le reñimos.
Después de ver este vídeo, ¿piensas que es cierto que estos
animales son capaces de entender a los humanos, o no?
Pues sí, los canes son capaces de entendernos y hay un
estudio científico que llegó a esta conclusión. Los humanos usamos el
hemisferio izquierdo del cerebro para procesar las palabras y el derecho, para interpretarlas.
Estas mismas zonas son utilizadas por los perros para procesar el lenguaje.
Aunque no son capaces de comprender el lenguaje tal y como hacemos nosotros, si que saben distinguir una felicitación de una regañina, dependiendo sobre todo de la
entonación de las palabras. Todo esto es posible, porque el perro mantiene una
sociedad, un vínculo con el ser humano, por lo que prestan mayor atención a lo que le
decimos que otras especies animales. Además, los perros son capaces de aprender
unas 160 palabras aproximadamente.
Dentro de este campo, debemos nombrar al fisiólogo y
neurólogo ruso Ivan Pavlov, quien realizó experimentos de reflejo condicionado
y que por sus hallazgos, recibió un premio Nobel.
El reflejo condicionado, es
una respuesta no innata a un estímulo dado, y que el individuo adquiere
mediante el aprendizaje. El experimento de Pavlov consistía en que cada vez que
le daba de comer a un perro, hacía sonar una campana, y después de varias
ocasiones, Pavlov tocaba la campana sin darle de comer y éste aún así,
salivaba. Esto quiere decir que el perro había asociado el sonido con la
comida. El captaba un reflejo (sonido de la campana) y realizaba respuesta (salivación).
En definitiva, los perros además de otras especies, pueden
llegar a entendernos porque cuando escuchan lo que decimos, asocian esa palabra
a algo que conocen. Por ejemplo: cuando le decimos ‘siéntate’, ellos saben lo
que significa porque al enseñarle la palabra se le ofrece una recompensa y
llega un momento en el que al repetirle la palabra ellos te hacen caso porque
esperan la recompensa.
Como ya sabemos, los animales se comunican entre ellos sean de la misma especie o no. Entre ellos existen también una serie de normas que deben cumplir, como ocurre por ejemplo, en una manada. En las manadas, cada individuo tiene su función: hay unos que mandan, otros cazan, otros cuidan de las crías y otros vigilan por si hay algún tipo de peligro. Pero para formar todo este sistema, los animales no necesitan hablar para poner esas tareas y a quien otorgárselas. Ellos se comunican a su manera y se entienden, saben qué tienen que hacer para sobrevivir. Si los humanos no tuviésemos la capacidad de hablar, ya sea con palabras o señales tal y como las conocemos, quizás nos comunicaríamos igual o de una forma parecida. Pero entonces, ¿Qué nos aporta el lenguaje?. En realidad es muy sencillo, nos aporta cultura y el poder de explicar nuestros sentimientos y recibir consejos para actuar de la mejor forma posible.
Nosotros podemos contar nuestras vivencias y la de nuestros padres a nuestros hijos, de esta forma, es como se ha conocido gran parte de nuestra historia, no solo la general, sino también la familiar. Los animales no pueden contarle a sus crías sus experiencias para que no cometan el mismo error o simplemente para tener un recuerdo gracioso. Ellos transmiten lo que aprendieron tal cual. Además si en algún momento tenemos un problema, podemos contárselo a alguien de confianza y escuchar otra opinión. Los animales se guían por instinto. Ellos solo saben si el otro está enfadado, triste, nervioso… pero no saben exactamente el por qué.
Pinker y Chomsky son dos lingüísticas que tienen una visión diferente a cerca de la adquisición del lenguaje.
-Pinker: considera que el lenguaje es innato pero las lenguas no, es decir, la capacidad de hablar es innata pero no lo es hablar un idioma. Nadie habla un idioma por sí mismo, pero está en nuestra naturaleza aprenderlos. Pinker considera al lenguaje una capacidad evolutiva. Se ha descubierto la presencia de un gen relacionado con el lenguaje (FOXP2). Este gen existe en otros animales pero no de la misma forma que en nosotros, por lo que según Pinker, tiene que ver con un lento proceso evolutivo.
-Chomsky: a pesar de que sus pensamientos están basados en los de Pinker, para él, el lenguaje es innato pero no tiene que ver con la evolución darwiniana. Sí afirma que los niños poseen la habilidad innata para la compresión de la gramática del lenguaje y que esta habilidad, se desarrolla a través de las experiencias y aprendizajes. También está de acuerdo con que los niños son esponjas para el lenguaje, cosa que no ocurre con los adultos, es decir, contra mayor se es, más dificultad hay de aprender un idioma.
Los chimpancés ocupan el segundo puesto en inteligencia, casi nada nos separa de ellos, por lo que no sería raro que pudiesen aprender un lenguaje, aunque fuese uno sencillo.
En los años 30 y 40 dos parejas de psicólogos adoptaron crías de chimpancés. Se les enseñó a vestirse, a ir al baño, a lavarse los dientes y a lavar los platos. Uno de ellos, llamado Gua, fue criado con un niño de su misma edad pero nunca llegó a articular palabra alguna. Otro llamado Viki, recibió un intenso adiestramiento de lenguaje. Sus criadores le colocaban los labios y la lengua en las posiciones adecuadas para producir palabras. Con el tiempo aprendió a pronunciar tres palabras que se podían interpretar como ˋmamá´, ˋpapá´ y ˋtaza´ aunque las confundía a menudo.
También respondía a ˋbésame´ y a ˋtráeme el perro´ pero no entendía cuando se combinaban como por ejemplo: besa al perro. A finales de los 60, otros investigadores realizaron este tipo de experimentos con bebés chimpancés. Washoe y Koko aprendieron el lenguaje de signos Americano. Según sus cuidadores, aprendieron cientos de palabras y podían ordenarlas en secuencias con significados e inventaban otras como ˋpájaro agua´, para nombrar a un cisne. Con lo que se llegó a la conclusión, de que el lenguaje ya no era un dominio exclusivo del hombre.
Uno de los investigadores era sordo de nacimiento y reconoció, que realmente los monos no aprendieron el lenguaje de signos. Los investigadores oyentes, registraban como signo cada movimiento que hacían los chimpancés pero el investigador sordo, no veía tantos signos. Para los investigadores oyentes, si el mono se llevaba el dedo a la boca, es que estaba haciendo el signo de bebida; si se rascaba, lo anotaban como el signo de rascar.
Con frecuencia un mismo movimiento del chimpancé se interpretaba como diferentes palabras, dependiendo de la palabra que mejor se acomodara al contexto según el juicio de los observadores.
Pero con el tiempo, se dieron cuenta de que los gestos que hacían los chimpancés estaban mezclados que los gestos que realizaban en estado salvaje. Sus signos no se coordinaban unos con otros. Tras varios años de adiestramiento intensivo, su aprendizaje permaneció de forma constante mientras que el aprendizaje de un niño, aumenta.
En definitiva, los chimpancés en el fondo ˋno sabían de qué iba la cosa´. Para ellos, a los cuidadores les gustaba que hicieran los gestos y luego les daban una recompensa, pero no entendían la razón de ser del lenguaje ni como utilizarlo. Algunas veces hacían gestos debajo de la mesa o a espaldas de su
interlocutor y era muy raro que se comunicaran de forma espontánea. Otras veces, los signos que realizaban eran imitaciones de los signos que acababan de hacer los cuidadores.
El chimpancé podía aprender la palabra ˋcepillo de dientes´ pero para ellos era lo mismo que ˋlavarse los dientes´, ˋpasta de dientes´, ˋcepillarse los dientes´… o la palabra ˋzumo´ que para ellos también significaba ˋguarda el zumo´, ˋ tráeme el zumo´, ˋbébete el zumo'…
Son dos áreas que se encuentran en el cerebro de ambos (chimpancés y humanos) y están relacionadas con el lenguaje. El área de Broca, se encuentra en el hemisferio izquierdo del cerebro mientras que el área de Wernicke, se encuentra en el lado derecho.
Tanto en el cerebro humano y en el cerebro de chimpancés, estas dos áreas se usan para lo mismo pero no es exactamente igual...
-En chimpancés: el área de Broca interviene en el control de la musculatura de la cara, la boca, la lengua y la laringe; el área de Wernicke interviene en el reconocimiento y distinción de los sonidos procedentes de individuos de su misma especie, o de otra diferente.
-En humanos: el área de Broca interviene en la producción del lenguaje y hace posible procesarla gramática; el área de Wernicke está relacionada con la comprensión sonora del lenguaje.
Se supone que la forma de los chimpancés, era la que tenían nuestros antepasados pero a través de la evolución, se convirtió en la forma que tenemos los humanos.
Para Pinker no descendemos de los chimpancés, sino que compartimos un antepasado común y el lenguaje surgiría al separarnos. Pero sí cree que podría haber habido organismos con capacidades lingüísticas intermedias que han muerto sin dejar rastro.
Según Pinker, "cada especie tiene los circuitos que tiene y no va a cambiar", es decir, que no hay otros animales que aprendan a hablar, por lo que hacer experimentos con chimpancés por el hecho de ser una especie cercana a la nuestra, es absurdo, porque ese acercamiento no tiene nada que ver con el lenguaje.
Los símbolos que un chimpancés puede aprender y el lenguaje humano, no debe interpretarse como el resultado de un legado procedente de un antepasado común. Los símbolos que aprenden los chimpancés es porque les resultan más fácil en esas circunstancias particulares.
Se supone que compartimos un 99% de semejanza con los chimpancés pero puede que no signifique que el 99% de nuestros genes es el mismo, y que el 1%, es diferente, sino que de cada gen hay un 1% de diferencia. Es como si de cada palabra se cambiara una letra, entonces la palabra no sería la misma.
Para él, la semejanza genética nos puede servir para trazar un árbol genealógico y determinar las especies que se separaron y cuál es el antepasado común, pero no sirve para trazar una semejanza entre el cerebro humano y el cerebro de otros organismos distintos.
Para Chomsky, la selección natural para la explicación de la adquisición del lenguaje, es insustancial, porque no es tan sencillo demostrar que un rasgo es producto de la selección. Para empezar, este rasgo debe ser hereditario y debe mejorar la probabilidad de reproducción del organismo, en comparación con otros organismos que lo poseen. Por otra parte, es preciso que haya habido un linaje suficientemente largo de organismos parecidos en el pasado.
Los partidarios de la teoría evolucionista, han insistido en que todos los rasgos beneficiosos para un organismo adaptaciones que se tienen que explicar por la selección natural.
Pero según Chomsky, incluso con un cerebro tan grande, el lenguaje no se desprende de él por necesidad. Y ha intentado proponer otras explicaciones alternativas a la selección natural como por ejemplo la ‘Teoría de la Gramática Universal'. Según sus postulados, los idiomas tienen unas características comunes en la estructura.
A partir de esto, Chomsky deduce que la adquisición del lenguaje durante la infancia, ocurre gracias a la capacidad que tenemos de reconocer y asimilar la estructura básica del lenguaje. Según esta teoría, el proceso de adquisición del lenguaje se produce si el niño deduce las normas implícitas del lenguaje.
El Lenguaje extraterrestre es un término genérico
utilizado para describir un idioma originario de una raza alienígena. El
estudio de tales lenguas hipotéticas se ha denominado xenolingüística,
aunque la terminología alternativa, como exolingüística y astrolingüística se
han encontrado y se han llevado a la práctica en las novelas y películas de
ciencia ficción.
Si bien la naturaleza y la forma de estas lenguas siguen
siendo puramente especulativas, la posibilidad de futuros contactos con vida
extraterrestre inteligente hace que la cuestión de una lengua extraterrestre
sea un asunto creíble para la especulación científica y filosófica,
aun así, el SETI ha creado sus propios estudios acerca de ello. Recientemente
el Dr. Doyle, del proyecto SETI ha afirmado que el silbo
gomero, podría ser la clave para desentrañar posibles xenolenguas.
Un ejemplo (ficción) de esto es el idioma na'vi.
Como curiosidad En la saga de Star Trek de la
serie original, uno de los personajes principales, Nyota Uhura, es especialista
en Xenología.
Además de crear debate académico, la naturaleza potencial de
un lenguaje extraterrestre también ha sido abordado en textos académicos y
por escritores de la ciencia ficción. Con un poco de creacionismo en lenguajes
ficticios para sus personajes a utilizar, y otros eludiendo el problema de
escritura en dispositivos de traducción o mediante la creación de un lenguaje
universal que todas las razas pueden hablar. En algunos casos, el problema de
comunicación con extraterrestres ha desempeñado una gran parte de auge en una
zona de la ciencia ficción.
Hay una película de la que hemos hablado en clase varias
veces que es ''la llegada'' en la que una experta en lingüística es
contratada por el Gobierno de los EE.UU, con el fin de descifrar y traducir el
mensaje que los extraterrestres intentan transmitir a la humanidad.