Los humanos tenemos un pequeño hueso móvil, impar y
simétrico llamado ‘hueso hioides’ que está situado en la parte anterior del cuello
debajo de la lengua y tiene forma de U. Es el único hueso del cuerpo que no
está conectado a otro y aparte de proteger a la laringe y a la faringe, es el
responsable del lenguaje hablado.

Existen animales que tienen una versión de
este hueso pero solo nosotros lo tenemos ubicado en la posición ideal para que
pueda trabajar con la laringe y la lengua y así nos permitimos ser los únicos
animales habladores con vida. Además nuestra laringe está situada más abajo que
la de ningún otro animal por lo que podemos producir sonidos muy complejos y difíciles.
Como hemos visto, existen diferencias entre ambas
comunicaciones siendo la principal y más significativa el saber articular
palabras pero, también existen animales que son capaces de ‘hablar’ como por ejemplo los loros... sin duda nos preguntamos: ¿cómo es esto posible?.
Pues bien, estos animales lo que hacen es emitir e imitar sonidos.
Hay que tener en cuenta que los loros ni hablan ni tienen capacidad de mantener
una conversación tal y como lo entendemos los humanos. En realidad lo que hacen
es repetir aquellos sonidos que escuchan, es decir, imitan los sonidos de
nuestras palabras con mucha precisión y son capaces de reproducirlos gracias a
un órgano vocal situado en la base de la tráquea llamado siringe y su lengua les
permite provocar vibraciones en las paredes de la siringe.
Os dejamos un par de vídeos de cómo un loro puede imitar sonidos sin problema y de manera muy graciosa:
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